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Transmite con éxito tu integridad de marca para tu empresa social, ONG o emprendimiento

Actualizado: 31 may 2022

Marketing sin comunicación, es un proceso que inicia casi muerto. Créeme… para mi es normal visitar empresas sociales, ONGs o emprendimientos que inician su proceso de mercadeo o comercialización, sin haber planificado previamente una estrategia de comunicación.


Lo sé, es mucho trabajo, pero te puedo garantizar que te ahorrará dolores de cabeza que pueden implicar en ventas, procesos y sistematización. Por experiencia propia, al pasarme por la encima de la comunicación de marca, con el fin de ahorrarme “tiempo”, lo que me ocurrió, entonces, es que nadie pudo entender lo que quería comunicar, nadie me contacto, o peor aún, solo llegaba clientes que no convierten.


Duré varios años en darme cuenta de la importancia de la comunicación de marca y fue tan relevante en mi vida que tuve que pasar de estudiar marketing para dirigirme a una nueva aventura a través de la comunicación transformadora. Pero bueno, esa es otra historia. Por ahora, solo quiero decirte que, si eres una empresa social, emprendimiento o mejor aún, una ONGs y que por muy bonita sea tu apuesta, tu proceso o servicio, por mucho que creas que eres diferente… no será nada fácil de alcanzar el éxito, sin la comunicación, debido a que siempre pasarás inadvertido por tu público.


Y es que por muy bueno que sea tu proceso, el producto o servicio que quieres ofrecer, comercializar o posicionar, por mucho que te creas mejor o diferente a tu competencia, si no sabes comunicar, pasas totalmente inadvertido.


Para que esto no te siga ocurriendo por más tiempo, te voy a poner una solución que he aplicado por años, a través de mi metodología de comunicación transformadora y el marketing con propósito. Así que no sin más preámbulos, te invito a que saques papel y lápiz porque nos vamos a la solución, ahora mismo:



¿Ya identificaste al público al qué te diriges?


Aquí te recomiendo que analices lo que ya tienes, para luego comprender que realmente tienes varios tipos de clientes. Te doy ejemplos:


  1. Tienes a tus clientes actuales, es decir, los que te compran actualmente. Lo primero que debes interpretar, es si este público actual es al que quieres llegar o vender. Saber si realmente compensa todo el esfuerzo e inversión que estás haciendo ¿te interesa seguir conservándolos? ¿quieres seguir trabajando para el perfil de clientes que tienes actualmente o quieres incursionar en captar otro tipo de público?

  2. El consumidor final de tus productos o servicios. Imaginemos que tienes una marca de dulces sin azúcar para niños, el consumidor final de tu producto, por supuesto son los niños, sin embargo, el que compra son los padres porque son los que deciden que es bueno o malo para su hijo. Es decir, son los que tienen la decisión a la hora de hacer la compra. En este punto, mi recomendación es que hagas un diagnóstico y analices bien, para comprender si realmente lo que estas haciendo, te está dando resultados positivos y si no, pues es hora de caminar distinto.

  3. Tu cliente ideal: Ojo, esto no tiene nada que ver con el buyer persona. El cliente ideal es lo más cercano que podemos hacer, con respecto a la comunicación. Es la descripción del cliente que sueñas, es saber interpretar sus gustos, sus intereses, comportamientos. Es saber ubicarlo en un espacio geográfico, es aquel al que te gustaría conquistar y convertir en cliente.


¿Qué quiere realmente tu público?


Para ello, te recomiendo resolver lo siguiente:


¿Qué necesidad, problema o deseo tiene el público al que quieres dirigirte en esta ocasión? es decir, ¿cuál es su motivador de compra?

¿Qué te hace único, mejor o diferente para resolver esa necesidad, problema o deseo que has detectado que tiene tu público objetivo?

¿En qué fase de tu embudo de conversión se encuentra el público al que vas a dirigirte?


Recuerda siempre:


Las comunidades, las personas, los grupos sociales, no compran productos, servicios, no se unen a una causa social, si no perciben una solución a los problemas, necesidades o deseos que tienen. Por tanto, debes expresar tu mensaje como una promesa de modo que el público al que va dirigido no se pueda resistir a contactar contigo para pedirte más información. Para ello, repito, es fundamental que conozcas a tu público de pies a cabeza para saber qué necesita y cómo puedes tú ayudarle. En mi experiencia me toma un par de días definir e identificar a mi cliente ideal y al de mis clientes.


Tienes que crear campañas y mensajes específicos para cada uno de los públicos objetivo que quieras conquistar. Esto último, ha hecho que mis clientes aumenten la interacción con sus marcas.


¿Cómo decirle lo que quiere oír? Soy una apasionada del material escrito, pero ahora el copywriting se ha convertido en mi obsesión. Básicamente es el arte de saber utilizar las palabras para comunicar de forma persuasiva y conseguir que el receptor de tu mensaje realice la acción que has previsto. Para conseguirlo, a continuación, te doy los tips, más útiles que he utilizado para que los mensajes que comuniques sean más efectivos:


  1. Redacta tu mensaje pensando en el público al que te diriges. Ponte en su piel, comunica lo que sabes que quiere oír. Ya desde el título tienes que comunicarle que estás empatizando con la necesidad, problema o deseo que tiene. Puedes hacerlo formulándole una pregunta: ¿Te ocurre que…? ¿Sientes que…?

  2. Háblale de las soluciones, de los beneficios que ofreces y de tu propuesta de valor, en lugar de aburrirle hablándole de productos o servicios. En el caso de las empresas u organizaciones sociales, lo que sucede es que se convierten muy técnicas, su lenguaje es aburrido y poco comprendido. Mejor intenta por decirle qué le vas a aportar, cómo vas a mejorar su vida, qué anhelo le vas a satisfacer o qué problema le vas a solucionar. De esta forma, le estarás dando razones para comprarte o acompañarte en tu proceso.

  3. Centra la atención en una única y gran idea. Es decir, no pretendas en un mismo mensaje comunicar varias ideas porque entonces la atención se dispersará. Cuanto más específico seas, mejor.

  4. Transmite la sensación de que eres único en algo. Destaca algún detalle que sólo tú aportas, algo que te hace mejor o diferente a la competencia.

  5. Refuerza la credibilidad de tu mensaje incluyendo el testimonio de clientes satisfechos, de comunidades en tu proceso. La gente se sentirá más receptiva hacia lo que cuentas, si ofreces pruebas de que otros ya han obtenido buenos resultados contigo o con tu marca.

  6. Comunica alguna emoción o sentimiento. Las personas, antes que racionales, somos seres emocionales. Las emociones son las que nos mueven, por eso tienes que emocionar. Analiza cómo es tu público, y sabrás cómo tocarle la fibra para llegarle al corazón.

  7. Crea historias: cuenta la historia de algún cliente, persona a la que hayas ayudado. Como si de un relato se tratara, plantea el problema inicial para que tu potencial cliente se identifique y a continuación cuenta cómo le has ayudado a mejorar o solucionar su situación. Las historias funcionan muy bien para captar la atención. El objetivo es conseguir que tu cliente potencial se visualice disfrutando de los beneficios y soluciones que aportas como el protagonista de la historia que le estás contando. Si es un caso real mejor, pero también puedes crear una historia que resulte verídica.

  8. No le vendas un producto o servicio, véndele una experiencia. La gente no quiere comprar productos, quiere consumir experiencias y poder ser parte de ellas.

  9. Utiliza un tono de comunicación adecuado al tipo de público al que te dirijas y sé directo: háblale directamente a él, ya sea de tú o de usted en lugar de hablar de forma impersonal usando el plural.

  10. Emplea palabras que estimulen la visualización de la propuesta y promesa de valor que ofreces: “imagina” “¿quieres que...?”, “sientes que...?”

  11. Usa un lenguaje sencillo para que tu mensaje sea fácilmente entendible.

  12. Crea sensación de urgencia y escasez. Está comprobado que las oportunidades nos parecen más valiosas cuanto más limitada sea su disponibilidad. Por eso, utiliza expresiones como “solo hoy”, “solo hasta mañana”, o similares.

  13. Minimiza el desembolso económico que tiene que hacer tu cliente potencial para adquirir tu promesa de valor con expresiones como “por sólo...”, “por una mínima inversión de...”

  14. Utiliza palabras gancho como “gratis”, “nuevo”, “fácil”

  15. Evita frases hechas tan escuchadas a estas alturas que ya no tienen impacto como “nuestra profesionalidad nos avala”, “servicio 360º” “servicio personalizado”, “calidad garantizada” …

  16. Ten muy claro qué acción quieres que el usuario realice con cada mensaje que lances: que se convierta en lead (es decir, que te dé sus datos de contacto), que comparta tu contenido, que te recomiende, o que te compre.

  17. Utiliza llamadas a la acción. Una llamada a la acción es un reclamo, botón o enlace situado estratégicamente en tu sitio web cuya misión es hacer que se cumpla el objetivo que habías definido. Por tanto, piensa qué acción concreta quieres que haga tu usuario y díselo claramente: “Regístrate”, “Descarga”, “Contacta”, “Participa”, “Pruébalo”, “Accede”, “Reserva”, “Compra”, “Empieza ahora” …


¿Te ha sido útil esta información? No te vayas sin dejarme tu opinión o reflexión.


Suscríbete y apúntate a mi entrenamiento virtual, sin costo, a la que he llamado Mi Marca a través del Marketing con Propósito para Empresas Sociales, ONGs o emprendimientos.




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